El manejo del duelo con un grupo de apoyo psicosocial educativo, tiene como objetivo procesar el dolor, la rabia, el perdón y el agradecimiento para llegar a la aceptación, evitando que se convierta en un sufrimiento crónico, que afecte la salud física, mental y emocional. 

 

Las dinámicas de grupo son muy eficientes, ya que las personas que se enfrentan a la misma experiencia. Pueden compartir sus sentimientos sin miedo a ser juzgadas.

Estructura de la intervención:

Sesión 1: Se harán las presentaciones de los miembros donde cada uno relatara su experiencia de perdida y otros aportes sobre ellos.

Sesión 2,3,4.5.6: En estas se abordarán las enseñanzas de Elizabeth Kübler Ross y su teoría de las 5 etapas del duelo.

Sesión 7: “la silla vacía” Reforzaremos la etapa de la aceptación.

Sesión 8: “Encontrando un propósito para continuar” (Logoterapia)

Sesión 9: “la despedida” en la cual clausuraremos las 9 semanas de coaching.

Recopilación de todo lo aprendido y haremos un soltar simbólico acompañando este acto con música de recordación en vivo. (Maestro, Leguis Trespalacios)

Qué es un adiós

sin despedida

Un adiós sin despedida es la experiencia dolorosa de perder a un ser querido sin haber tenido la oportunidad de decir adiós o cerrar el ciclo de manera consciente. Este tipo de adiós ocurre cuando la muerte o la separación se presentan de manera repentina o inesperada, dejando a quienes sobreviven con sentimientos de vacío con plenitud y en muchos casos con un profundo deseo de haber podido tener un último momento para expresar palabras, emociones o despedirse adecuadamente.

 

El adiós sin despedida es particularmente difícil de sobrellevar porque nos priva de la posibilidad de cerrar emocionalmente la relación con esa persona. Esto puede generar sensaciones de culpa, arrepentimiento o de quedarse con cosas por decir o hacer. Muchas personas que pasan por esta experiencia se quedan pensando en “lo que podría haber sido” o “lo que debieron haber dicho”, lo que puede complicar el proceso de duelo y hacerlo más largo o doloroso.

 

En estos casos, la intervención tanatológica o terapéutica puede ser muy valiosa, ya que ayuda a las personas a procesar ese adiós que no pudo darse en vida. Existen rituales simbólicos o terapias como la escritura de cartas, visualizaciones o ceremonias conmemorativas que pueden brindar un espacio para esa despedida pendiente. El objetivo no es borrar la ausencia del adiós, sino darle un lugar en nuestra experiencia emocional, integrando esa pérdida de manera que permita a la persona sanar y seguir adelante.

 

Un adiós sin despedida nos enseña lo inesperada que puede ser la vida y nos invita a valorar cada momento con las personas que amamos. También nos recuerda la importancia de expresar nuestros sentimientos, de no postergar palabras de afecto o reconciliación, ya que no siempre tendremos la oportunidad de un adiós cuando lo esperamos.

Contáctame

17340 NW 27 th Ave

MIAMI – GARDENS, FL 33056,
+1 (786) 344 6791

info@victoriaentuduelo.com